La ola de calor que afectó al país hasta marzo generó una menor producción de pollo, lo que hizo que su precio aumentara considerablemente en las carnicerías. De hecho, el kilo de pollo llegó a costar entre 900 y 1.000 pesos, casi el mismo valor que la carne vacuna. Un kilo de milanesa de pollo se comercializó a un precio de 1.800 pesos, lo que hizo que la conveniencia de su consumo por su bajo costo prácticamente desapareciera.
Sin embargo, se espera que la normalización de la producción de pollo, con la llegada de nuevos cajones de pollos a las carnicerías, permita reducir su precio.
El presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), Roberto Domenech, explicó a Uno que el precio se estabilizó después del aumento que se produjo debido a las altas temperaturas y las malas condiciones climáticas, que obligaron a poner a dieta a los pollos para evitar que murieran.
Aunque hasta el momento las rebajas de precios en la producción de pollo no han impactado en los mostradores de las carnicerías, se espera que en los próximos días el precio del pollo comience a bajar. Esta noticia es un alivio para las familias que buscan alternativas económicas en medio de la inflación y los altos precios.