El pasado mes de mayo, en una carta abierta enviada a MN, la familia expresó su agradecimiento hacia las personas e instituciones que hicieron posible este logro. "Hoy escribimos estas palabras con el corazón rebosante de amor, fe y gratitud infinita", señalaron.
Los padres destacaron el papel fundamental de la fe y el apoyo recibido durante los momentos más difíciles. "Queremos agradecer, en primer lugar, a Dios, quien en todo momento nos sostuvo con su fuerza, su paz y su promesa de vida", afirmaron. Asimismo, reconocieron la importancia del acompañamiento emocional y espiritual brindado por familiares y amigos desde distintos puntos del país.
El proceso médico fue posible gracias al trabajo del equipo profesional del Hospital Garrahan y al acto altruista del donante, identificado como la tía Andrea de Renata. Los padres extendieron su gratitud al personal médico y de enfermería involucrado en cada etapa del procedimiento. "Gracias por devolvernos a nuestra hija", expresaron emocionados.
Un momento simbólico en la recuperación de Renata fue cuando tocó la campana de la victoria, un gesto que representa el triunfo sobre las adversidades médicas. "Ese sonido lleva consigo el eco de todas las batallas que libró y ganó", destacaron sus padres.
La familia concluyó su mensaje con palabras de orgullo hacia Renata, calificándola como una guerrera y un milagro. Su historia se convierte en un testimonio del poder del amor, la fe y la resiliencia frente a los desafíos más difíciles.
El caso de Renata subraya la importancia de los trasplantes en salvar vidas y resalta el impacto del trabajo médico especializado y del apoyo comunitario en el proceso de recuperación.