En respuesta a las recientes acusaciones sobre el estado de la planta de reciclado municipal y la falta de bolsones Big Bag, el ex encargado de la Planta de reciclado, Marcelo Benítez, aclaró que, si bien reconoce las problemáticas existentes como la falta de una cava adecuada, calles intransitables y deficiencias en iluminación, el ex funcionario informó constantemente a sus superiores sobre estas dificultades desde el inicio de la gestión, incluyendo la falta de recursos y herramientas adecuadas para el trabajo, pero sin respuestas. Además, recalcó que su remoción del cargo fue repentina y sin explicaciones claras, ocurriendo el supuesto faltante fuera de su horario laboral.

Luego de la información exclusiva revelada por MERCURIO NOTICIAS, Benítez envió a este medio una carta abierta a la comunidad sentando su versión de los hechos, la cual publicamos textualmente: 

"Ante toda la información que ha circulado recientemente sobre el faltante de bolsones Big Bag en la planta de Reciclado de la Municipalidad de San Salvador, quiero ejercer mi derecho a realizar un descargo y aclarar algunos puntos importantes, especialmente teniendo en cuenta que fui apartado de mi cargo como encargado de dicha planta.

En el programa Mercurio Noticias (*) se mencionó que la planta se asemejaba a un basural a cielo abierto y que las calles eran intransitables por el barro y otros problemas. No voy a desmentir esa situación, pero tampoco puedo aceptar que se me atribuya la responsabilidad exclusiva. Siempre informé a mi superior sobre las problemáticas del área, que no son nuevas: llevan muchos años sin resolverse.

Desde el primer día de la gestión del intendente Jorge Zambón, puse en conocimiento las dificultades que presentaba el sector. Uno de los principales reclamos fue la necesidad de contar con una cava para el depósito final de los residuos. Con el tiempo, se logró realizar una de 50 x 40 metros y 7 metros de profundidad, que actualmente está en funcionamiento.

También reclamé por el arreglo total de las calles internas del predio, en especial el acceso al sector de ramas, un tema urgente que señalé reiteradamente. A pesar de que esta área no contaba con un vehículo propio, siempre me presenté a trabajar, muchas veces en bicicleta o moto, cubriendo turnos de mañana y tarde. Recién a las 20 hs disponía de un vehículo municipal que debía retirar del taller.

Trabajar con herramientas y recursos adecuados facilita mucho las tareas, pero ese no fue nuestro caso. Nunca dejé de cumplir con mis responsabilidades, aunque los pedidos que realizaba a mi superior —en ese momento, el Sr. Dardo Santos— no tenían respuestas. Durante toda la gestión, solo se enviaron tres veces máquinas motoniveladoras para arreglar las calles, y nunca se cumplió con el pedido de broza o ripio.

En cuanto al mantenimiento del predio, especialmente el corte de pasto, pedíamos nafta para las motoguadañas, pero cada vez se nos entregaban solo 5 litros, totalmente insuficientes para un espacio tan amplio. Aun así, seguía trabajando con lo poco que teníamos.

Otro problema fue el sistema de iluminación, dañado por fuertes vientos. La mayoría de las luminarias no funcionaban. Informé de inmediato que era urgente repararlas, ya que muchas tareas se realizaban de noche. La respuesta fue que estaban ocupados y que se acercarían cuando pudieran. Nunca lo hicieron.

Mi salida de la planta se comunicó sin mayores explicaciones. El secretario de Obras Públicas, Gino Grimaldi, me informó simplemente que no contaban más conmigo para la forma en la que se pensaba llevar adelante la separación de residuos. En ningún momento se me dijo que era por el hecho de no haber estado presente cuando ocurrió el supuesto faltante de bolsones.

De hecho, ese hecho ocurrió fuera de mi horario laboral. Según consta en informes y grabaciones de cámaras que puse a disposición de mi superior, el incidente se produjo a las 19:20 hs, cuando mi ingreso estaba fijado para las 20 hs. Esa noche, como siempre, estuve presente a horario.

Lamento profundamente la forma en la que se manejó la situación. Que un jueves se me diga que el lunes ya no pertenezco a la planta, y que ni siquiera puedo permanecer en el lugar para terminar mis tareas, fue una decisión improvisada y sin fundamentos claros. Mi cargo era político, y entiendo que esos puestos están sujetos a cambios, pero hubiese valorado un trato más humano y transparente.

Espero que esta carta, enviada a Mercurio Noticias, no sea malinterpretada. Solo busco que se conozca la otra cara de los hechos. Es necesario escuchar ambas campanas. También quiero dejar en claro que sigo siendo empleado municipal, y solo pido que donde sea reasignado pueda trabajar sin persecuciones ni hostigamientos.

Agradezco el espacio para expresar mi verdad. Trabajar sin recursos, sin respuestas y bajo presión constante es como nadar contra la corriente. Aun así, nunca dejé de hacer lo que me correspondía".

(*) Nota de la Redacción: los comentarios fueron emitidos en el programa "Otra mañana" de Mercurio televisión.