Por: Redacción de Mercurio Noticias
En su homilía, León XIV reflexionó sobre el testimonio cristiano en contextos donde se considera la fe como algo absurdo o irrelevante, en medio de una sociedad que prioriza valores como la tecnología, el poder y el placer. Subrayó que estos ambientes, aunque difíciles, representan una oportunidad urgente para proclamar el Evangelio con valentía y alegría.
El Pontífice también expresó su preocupación por la "falta de fe" y sus consecuencias, como la pérdida del sentido de la vida, la crisis de la familia y el olvido de la dignidad humana. Asimismo, advirtió sobre una visión reduccionista de Jesús como un simple líder carismático, incluso entre algunos bautizados, lo que lleva a un "ateísmo de hecho".
Dirigiéndose a los cardenales, León XIV enfatizó la necesidad de unidad y colaboración para llevar la Buena Noticia al mundo. Recordó su misión como Sucesor de Pedro y pidió la gracia de desaparecer para que Cristo permanezca, siguiendo el ejemplo de humildad y servicio.
El Papa concluyó recordando a Cristo como el único Salvador y modelo de humanidad santa. Invitó a todos los creyentes a renovar su fe en Jesús como el Hijo de Dios vivo, comprometiéndose a anunciar el don de Dios y transformar el mundo con esperanza y amor.
La primera Misa del Papa León XIV marca el inicio de su pontificado con un llamado claro a la evangelización y al testimonio fiel en un mundo necesitado de valores espirituales.
