Al respecto, Norma Bernardi, habitual colaboradora de la parroquia, contó a MERCURIO NOTICIAS que desde el viernes pasado se comenzó a preparar todo para la venta de empanadas y pasteles. El sábado, se inició la venta para ir tomando el pulso, y el domingo se sumó mucha gente. Ahora, durante los días de semana, con el inicio de la Novena, se ha sumado aún más gente. La cocina está llena de colaboradores que trabajan día y noche para poder atender la demanda.
"El trabajo en la cocina es arduo, pero gracias a la ayuda de la Municipalidad, se ha podido contar con personal adicional para colaborar en el trabajo más pesado, como el de las máquinas y la preparación de las masas. Además, hay muchas personas que se encargan de picar la verdura, preparar el relleno y hacer los pastelitos", destacó.
La venta de empanadas y pasteles es una tradición en la parroquia, y por eso se trata de mantener los precios lo más accesibles posible. "A pesar de la inflación, se han logrado mantener los precios en un nivel razonable, tratando de que no sea lo más caro de la ciudad. Se entiende que la situación económica es complicada, por lo que no se ha salido a pedir donaciones casa por casa. En su lugar, se ha dejado un canasto en la entrada de la iglesia y una alcancía para que quien quiera pueda colaborar voluntariamente", indicó.