En ese marco, resaltó que “los rindes son buenos, calidad es buena. Así que estamos bastante optimistas con esta campaña que se está cosechando. La superficie en la provincia ha subido alrededor de un 15 por ciento y en esta zona - los departamentos Villaguay y San Salvador - han subido un poco más”.
Dijo que ello “tiene que ver con que hoy los números cierran para el productor y a eso el productor responde rápidamente. Cuando los números les sirven aumenta la superficie, cuando los números no les sirven reduce la superficie”.
Remarcó que “los precios del arroz son buenos y los precios de la energía para regar también. Han tenido un precio que permite una ecuación que cierra. En la peor crisis del arroz allá por el año 2000 se hablaba de cuatro kilos de arroz por un litro de combustible, después llegó a valer más que eso y hoy está alrededor de dos kilos o kilo y medio la relación. Es una relación que define un poco también el tema de la siembra”.
Gerffau indicó que “el factor climático ha sido un poco raro porque el año pasado se sembró temprano pero hubo muchos problemas para los nacimientos, demasiados problemas. Eso se creía que iba a repercutir en una caída de rindes, pero la verdad que nos sorprendieron los rindes. Siempre se dice que si el arroz no nace dentro de una determinada fecha hay pérdida de productividad pero por ahí pasa que en el momento de la floración hay, buen clima buena insolación, buena temperatura, todo, y eso hace que el arroz rinda mucho”.
Consultado por MERCURIO NOTICIAS sobre los mercados, comentó que la Cooperativa Arrocera tiene un mercado regional, vendiéndose a Chile y a Brasil. No obstante, “todos los años aparecen alternativas que hasta ahora no las vemos, y una alternativa muy clara cuál va a ser el panorama de exportación. Está bastante tranquilo en ese sentido”.
“El 70 por ciento de lo que se produce se lo exporta y si no hay exportación o el precio de exportación no sirve para cerrar los negocios se empieza a complicar y a trabar el tema. Se empiezan a trabar las ventas. El año pasado cuando se decretó la cuarentena inmediatamente hubo una demanda de arroz altísima durante tres meses. La demanda estuvo al límite de la capacidad de producción o mejor dicho estuvimos trabajando al límite de la capacidad producción. La demanda era mayor pero después se produjo un efecto que no se vendió por bastante tiempo, porque todo el mundo se sobre “estoqueó”. Eso pasó en Argentina, pasó en Chile, y cuando uno habla con los clientes -clientes que nos llevan 34 equipos por mes- después durante meses no compraban porque tenían el stock anterior y uno lo escucha que pasa también en Brasil”, graficó.