Se trata de una comedia para todo público.
Algún lugar perdido en medio del campo en la habitación en una noche cualquiera, se escuchan fuertes ruidos que rompen la monótona y el ritual de la cotidianeidad de estas hermanas.
¿Quienáy? Nadie responde al otro lado. Ese es el disparador de la obra en donde cuatro hermanas solas y encerradas comienzan a dibujar los recuerdos y las historias de su infancia. Atrapadas en sus frustraciones, en los vínculos que las unen y las enfrentan y, sobre todo, en los prejuicios que las ahogan.
Los golpes a la puerta se repiten una y otra vez, sólo responde el silencio. El afuera se transforma en una amenaza y en el motivo de las más disparatadas y graciosas suposiciones.