Por: Redacción de Mercurio NoticiasEl jurado, compuesto por reconocidos referentes de la literatura como Alejandro Bekes, Juan Meneguín y Alfonsina Kohan, tuvo la tarea de evaluar las obras presentadas y definir el orden de mérito.
El poema de Sofía González fue seleccionado entre numerosos participantes, destacándose por su sensibilidad y profundidad temática.
En diálogo exclusivo con MERCURIO NOTICIAS, Sofía compartió detalles sobre su experiencia como escritora y el proceso detrás de su obra. “Yo escribo desde hace mucho tiempo, desde que soy chiquita. Hace un tiempo empecé a sistematizar un poco más mi escritura, investigando particularmente sobre poesía, su estructura y demás. Así fui dándole forma a lo que antes era una escritura más libre”, explicó.
El certamen requería la presentación de un poema de hasta 30 versos, con la única condición de que estuviera vinculado a lo entrerriano. Sobre la temática elegida, Sofía comentó: “Me mudé varias veces, fui y vine, y toda esa cuestión del desarraigo siempre me conmovió e inspiró a nivel personal. Además, me gusta mucho el río, así que también aparece en alguna parte del poema”.
González también destacó la importancia de su entorno y las experiencias que han nutrido su escritura. “A los 18 años terminé el colegio y me fui a Santa Fe a estudiar sociología. Ahora estoy escribiendo mi tesis, cuyo objeto de estudio está acá en Entre Ríos. Viajé a algunas colonias y esas experiencias son muy inspiradoras para alguien que escribe o describe”.
Al reflexionar sobre sus inicios en la lectura y la escritura, Sofía recordó con cariño el papel fundamental que tuvo la biblioteca popular de su ciudad natal. “De chicos, mi mamá nos llevaba a la biblioteca popular. Mi hermano y yo éramos muy lectores. La bibliotecaria Nilda (Silva) siempre me acompañó en mi búsqueda. Yo era muy tímida y lo que no podía decir lo escribía. Ese espacio fue clave para mí”, relató.
Finalmente, la escritora expresó su emoción por participar por primera vez en un concurso literario: “Los concursos suelen ser anónimos, y eso para mí fue un gran impulso para compartir mi obra. Saber que alguien me leería sin conocerme fue una experiencia increíble”.
Decirte mansa
Llana porción de suelo mío
Artesano de la curiosidad inquieta
Que atrás te deja
Incómoda de tus ondulaciones mansas
Insaciable de explorar relieve diverso
Deseante otra vez
De tocarte con mirada forastera
Ingrata y errante
Hija insumisa de tu lomada grande
Que vuelve
Con las ideas cansadas
Y la mirada curiosa
A respirar despacio
Sobre el límite físico de caprichoso caudal
Que acunó las penas
Y fue testigo del aquelarre nocturno
Obrero de la ofrenda
Que a cuenta gotas
Alimenta la inmensidad indecible
Nada me ha inundado igual
De emoción arrasadora
Cómo podría entonces
Nombrarte mansa
Suavidad que empuja
Y vuelve a convocar
La honda mirada
De la hija ingrata
Que a tú río suplica.