Según explicó Cracco a MERCURIO NOTICIAS, las propuestas surgieron directamente del interés de los niños, quienes realizaron investigaciones sobre temas tan variados como el reciclado de papel, las razones detrás de la caída de las hojas en otoño, la formación de la neblina y el funcionamiento de los tanques de agua. En este último caso, el proyecto nació a partir de la experiencia personal de una niña cuyo tanque de agua se había roto, lo que llevó al grupo a explorar esta temática en profundidad.
Entre los trabajos más destacados también se encuentran los juegos matemáticos, la construcción de un "hotel de insectos" para descubrir dónde se refugian los bichos del jardín durante el frío y un análisis sobre la flotación de los barcos, inspirado por un niño que vio la película del Titanic. "Todo fue a partir de los intereses de los niños, que ellos fueron investigando, involucrando a la familia también y poniendo en juego lo que es el método científico", señaló Cracco.
La directora enfatizó que el método científico fue clave en el desarrollo de las propuestas. "A partir de una problemática, los niños expresan diferentes hipótesis que ellos creen y después, con distintas actividades, van comprobando esas hipótesis: qué es verdad, qué no es verdad. Van haciendo entrevistas también a especialistas y arriban a una conclusión final", explicó.
La participación activa de las familias fue otro aspecto central de la jornada. Cracco destacó cómo los padres y madres se involucraron en diversas actividades, desde buscar fotos para proyectos hasta realizar salidas exploratorias por la ciudad. "Por ejemplo, en el caso de los tanques de agua, fueron a visitar el tanque del centro y les comentaron que había siete tanques en toda la ciudad. Entonces, la señor les propuso: 'Esta tarde salgan con la mamá, con el papá o alguien de la familia a dar una vueltita en bici y a ver qué tanques encuentran'. Subieron todos los tanques al grupo; todo el mundo se sacaba fotos con los tanques y eso estuvo muy bueno", relató.
Finalmente, Cracco resaltó la importancia de mantener viva la curiosidad innata de los niños y el papel fundamental de los docentes en este proceso. "Los niños son curiosos por naturaleza. Es innato la curiosidad y está en los docentes o los que acompañamos las infancias tratar de acrecentar esa curiosidad, de que eso no se les termine", afirmó.
La jornada educativa no solo permitió a los niños mostrar sus aprendizajes, sino que también fortaleció los vínculos entre la escuela, las familias y la comunidad. "Escucharlos a todos hablar es hermoso. La verdad que es muy lindo", concluyó Cracco.