Durante el procedimiento, se destruyeron 359 kilos de cocaína y casi 980 kilos de marihuana, marcando la mayor incineración de drogas en la historia de la provincia.
El gobernador Frigerio destacó la importancia del trabajo colaborativo entre los organismos públicos y subrayó que "este éxito es fruto del trabajo en equipo". Además, enfatizó que esta acción envía un mensaje claro de que "la droga termina donde debe terminar: quemándose, como lo ordena la justicia".
Frigerio también expresó su orgullo por el trabajo de la policía provincial, calificándola como "la mejor del país" y reconociendo el riesgo que enfrentan sus miembros en la lucha contra organizaciones con gran poder económico.
A su turno, el ministro de Seguridad y Justicia, Néstor Roncaglia, explicó que esta es la segunda destrucción de estupefacientes realizada en Entre Ríos y es el resultado de un arduo trabajo por parte de las fuerzas de seguridad. También destacó el valor de la colaboración ciudadana y el uso de tecnología en la lucha contra el crimen organizado.
La droga incinerada corresponde a incautaciones realizadas durante el año pasado y lo que va del presente año, producto del esfuerzo coordinado entre fuerzas de seguridad y autoridades judiciales.