Estos procedimientos fueron realizados como resultado de una exhaustiva investigación dirigida por la División Criminalística bajo la supervisión del comisario inspector José María Rosatelli, siguiendo las directrices de la fiscal Daniela Montangie.
La investigación se inició tras un incidente ocurrido a principios de 2024, en el que dos individuos de apellido Ayala dispararon contra una persona. Las pruebas y la información recopilada durante la investigación revelaron que el conflicto subyacente estaba relacionado con la cobranza de créditos por parte de la familia Ayala, quienes actuaban como colaboradores de ciudadanos colombianos residentes en Concordia, otorgando préstamos a familias vulnerables en la zona Oeste.
Además, señaló que "según la investigación, individuos de nacionalidad colombiana se han apoderado de Concordia a través de préstamos, utilizando a intermediarios como los Ayala, quienes emplean amenazas, intimidación y armas de fuego para otorgar pequeños créditos de 2000, 3000 o 5000 pesos a personas necesitadas, que utilizan ese dinero para necesidades básicas o incluso para comprar drogas, muchas veces para revender, incluyendo a menores de edad".
Rosatelli destacó que "aquellos que no cumplen con los pagos sufren no solo altas tasas de interés, sino también diversos ataques y represalias, y debido al miedo que generan, nadie se atreve a denunciarlos". Se recuperaron pruebas significativas durante los allanamientos, incluyendo armas de fuego, dinero, drogas preparadas para la venta y registros detallados de los créditos otorgados.
En última instancia, subrayó que "la complejidad de la investigación no solo radica en la geografía, sino también en el entorno social y el control que ejercen los investigados en la zona". A pesar de estos desafíos, el arduo trabajo de todo el personal policial de diversas divisiones ha dado resultados sobresalientes.