"Esto empezó medio sin querer", contó Abelardo y detalló: "Una noche vine a arreglar una cerradura al colegio y me di cuenta de la problemática que había con las sillas. No había suficientes y los chicos tenían que andar peleando por ellas"
Abelardo se sintió conmovido por la situación y decidió tomar cartas en el asunto. "Pedí para llevarme 100 sillas para arreglar. Pero cuando las vi, me di cuenta de que estaban en muy mal estado. Había que hacer un trabajo a fondo, casi desde cero", dijo a MERCURIO NOTICIAS.
El también ex alumno del Colegio se puso manos a la obra y comenzó a restaurar las sillas. "Al principio pensé en hacer unas 20 o 30, pero luego me enteré de la cantidad de sillas que realmente faltaban y decidí hacer 110".
Hasta el momento, Abelardo ha restaurado 80 sillas y está trabajando en las 30 restantes. "La idea es completar las 110 y luego ver si alguien más se anima a seguir con la iniciativa. Hay tantas cosas que se pueden hacer. La gente de San Salvador es solidaria, solo hay que darles un pequeño empujón", reflexionó.
El vecino invirtió su propio dinero en la compra de materiales para la restauración de las sillas. "No he recibido ninguna ayuda de ninguna otra organización. Lo hago porque creo que es importante ayudar a los chicos", resaltó.
Abelardo espera que su iniciativa inspire a otros a tomar acción y ayudar a mejorar la educación en San Salvador. "Hay muchas cosas que se pueden hacer. Solo hay que tener un poco de iniciativa y ganas de ayudar", concluyó.