El relevamiento a productores del NOA, NEA, norte de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos sostiene una baja en los rendimientos de las fechas tardías, más el aumento del área no apta para la cosecha. Algunos lotes adelantarán su cosecha por estrés térmico.
Este escenario justifica un ajuste de la superficie implantada a 7,6 millones de hectáreas para la 2023/24 y de la proyección de producción a 46,5 millones de toneladas, menores a las expectativas originales.
Aún resta cosechar el 77,9 por ciento del maíz para esta campaña, mientras se prevé que factores climáticos hubieran impactado en una mayor pérdida de rinde y superficie.