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San Salvador
Análisis tras las PASO
¿A Larrarte lo dejaron solo?
Es la gran pregunta. Con la estructura que posee el oficialismo en San Salvador, no pudo soportar la ola opositora que lo llevó puesto este domingo.
Jueves, 16 de Septiembre del 2021 - 13:11 hs.
¿A Larrarte lo dejaron solo?

Por Nelson Lalanda
Editor responsable de MN


La otra pregunta que cabe es ¿qué necesidad tenía el intendente de presentarse en una lista?, sobre todo previendo el fracaso que se venía por cómo se estaban dando las circunstancias y el creciente enojo de la población en general, que quedó expresado en las urnas y que nadie puede negar.

Ahora bien, ¿Larrarte quería estar en esa lista o recibió presiones para integrarla? Su posición dentro del oficialismo dentro del armado provincial, siendo el presidente de la Liga de Intendentes del PJ de la provincia, era la clave. Según indican algunos rumores, Larrarte habría sido “obligado” a presentarse en la lista, que lo dejó dentro de los fracasados del domingo.

Si bien el intendente, pandemia de por medio donde debió capear la situación al igual que todos sus colegas del Ejecutivo, está haciendo una gestión local aceptable, con altibajos como cualquiera, pero sin brillar demasiado, no tenía necesidad política de ir por una diputación nacional en un lugar menos que expectante.

La caída en San Salvador fue notable. Y sobre todo teniendo en cuenta que la lista, y esto sí es llamativo, estaba conformada por dos personas oriundas de este departamento.

“En San Salvador los militantes le dimos la espalda al futuro diputado del departamento”, afirmó una fuente muy cercana al oficialismo local, dando a entender que no salieron a patear la calle para ganar si o si esta elección y dejar limpia la imagen del intendente.

A Larrarte lo dejaron solo. Y por eso, habría llamado al orden a los que tienen “puestos recientes” para salir a la calle, porque “en estos dos años se olvidó totalmente de los que lo llevaron a ser intendente”, reclamó ante este periodista un militante de Larrarte.

Aparentemente, en medio de la desesperación por los resultados que lo debilitarían, Larrarte habría recurrido a un viejo amigo para que sus militantes “esos de la vieja época” lo ayuden a caminar la calle. ¿Será la vieja política la solución para ganar las elecciones? ¿O justamente la vieja política fue lo que generó el rechazo el domingo pasado?

En las últimas horas, el intendente de Concordia, Alfredo Francolini, le pidió la renuncia todo su gabinete. Por aquí, ¿no debería ocurrir lo mismo? ¿El séquito de alcahuetes y acomodados que “acompaña” a Larrarte no salió a militar por el candidato? ¿Los funcionarios de la primera línea no caminaron las calles? Posiblemente no, debido a los reclamos de los vecinos que están a la orden del día.

El secretario de Obras Públicas, Leonardo Franco, difícilmente podría recorrer las calles de la ciudad para pedir el voto para su jefe. Primero, debería arreglarlas mejor y ponerlas de manera transitable. Justamente, las elecciones fueron después de varios días de lluvia, donde muchos en los barrios pusieron el grito en el cielo por el mal estado de las arterias. Encima, le secuestraron una maquinaria pesada, una menos para poner a arreglar el zafarrancho generalizado.

Al secretario de Desarrollo Social, Matías Ramallo, no se lo ve en la calle de por sí, por lo que menos aún podría haber caminado  las calles para Larrarte. Dicen que es un funcionario solo de oficina, y cuando le toca alguna cuestión a resolver in situ, le cuesta horrores. A nuestro medio han llegado algunos comentarios de situaciones donde Ramallo no habría acudido porque le resulta más cómodo quedarse en su covacha. Esto contado por propios dirigentes del oficialismo. Además, sigue latente en la gente la situación que se dio con el cierre de los comedores comunitarios, y no habría querido que en sus oídos retumben esos reclamos de los descamisados.

Y menos que menos el secretario de Gobierno, José Luis Bello, saldría a caminar las calles. Ese que al ex intendente Marcelo Berthet le abrió una sucursal de Acción Social en las oficinas del Concejo Deliberante cuando él era viceintendente. Ese que se puso en la vereda de enfrente de su propio intendente para hacer algunos reclamos. Ese que a la hora del armado político para el 2019 relegaron a un puesto de funcionario, entonces “si jodía, era más fácil para sacarlo del medio”, porque si iba en un cargo eleccionario era más difícil de remover. Al mismo Bello al que le quitaron todo poder como secretario de Gobierno, sacándole de sus manos el área de Desarrollo Social y creando así la nueva Secretaría que antes no existía, relegándolo simplemente a ser un jefe de Inspección y Medio Ambiente, porque tampoco tiene el tacto político para defender al Ejecutivo y “dinamita todos los puentes de diálogo” con todos los sectores, según lo dicho por un integrante del Ejecutivo ante este periodista.

Y desde el Concejo Deliberante, bien gracias. Ya hemos hablado de cómo le han dado  la espalda al pueblo en diversas ocasiones, quizás le faltaba un instructivo escrito de cómo ayudar a su intendente en esta carrera al vacío.

Con tanto alcahuete pago y funcionarios que no funcionan, a Larrarte lo dejaron hacer campaña solo. Pero a veces es mejor solo, que mal acompañado.