En esa serie de fotos, se pueden observar varios detalles, que seguramente, la investigación que lleva adelante la Unidad Fiscal de San Salvador tendrá en cuenta.
El primer detalle que surge a simple vista es la ubicación de la caja fuerte en sí. Desde el primer día, se dijo que la caja fuerte estaba en un pasillo al acceso de cualquier persona que podría tener la llave y la clave de la misma. Las fotos muestran un pasillo y al final de él, una habitación contigua donde se encuentra la famosa caja fuerte.

Luego, la instrucción policial refleja en una fotografía la oficina donde se guardaba la llave y la clave de la caja fuerte. Este punto es importante, porque en declaraciones públicas, se dio un contrapunto entre el intendente Martínez y la ex subtesorera Paola Buse. Mientras él manifestaba que la caja tenía llave y clave, la ex funcionaria decía que ella nunca supo de la existencia de una clave y que solo accedía con una llave. 

En el expediente de la causa, y según la Policía, figura que la caja fuerte, que sí estaba a la vista de todos, tenía ambas medidas de seguridad.
Lo que también reflejan estas fotografías es que lo que no tenía demasiada seguridad eran las propias medidas de seguridad. Tanto la llave como la clave se guardaba en un cajón común y corriente de un escritorio en una oficina. Cualquiera que tenga acceso a la llave del cajón, tenía acceso a la llave o la clave de la caja fuerte. O bien, con un simple forcejeo se podría acceder. No obstante, la Policía no halló en el lugar signos de violencia.