En Concepción del Uruguay, una veterinaria reportó un caso de intoxicación por bufotoxina en dos perros, uno de los cuales lamentablemente falleció. El incidente ocurrió cuando un perro de raza Dachshund llegó sin vida a la clínica veterinaria, presentando síntomas de intoxicación. Poco después, otro perro de la misma familia, una Pitbull llamada Lulu, desarrolló signos similares como convulsiones, desorientación, taquicardia, taquipnea y fiebre alta.  

Los dueños encontraron en su patio un sapo de gran tamaño, identificado como un ejemplar de Rhinella marina, conocido por producir bufotoxina, un veneno altamente tóxico para los animales. Lulu recibió atención médica inmediata y logró recuperarse tras un tratamiento intensivo, aunque continúa bajo supervisión médica.  

Este tipo de sapos no es común en la región y generalmente habita en zonas tropicales del norte. Sin embargo, se han reportado avistamientos recientes en áreas residenciales céntricas. Estos sapos pueden alcanzar hasta 20 cm de tamaño y poseen glándulas que secretan veneno lechoso detrás de los ojos, el cual puede afectar a los animales al entrar en contacto con ojos, nariz o boca.  

Se recomienda a la población tomar medidas preventivas como sellar rejillas y supervisar a las mascotas en espacios abiertos, especialmente cerca de ríos o áreas húmedas.