El director del Distrito III de la FAA, Matías Martiarena, destacó que “los delitos como el abigeato y las carneadas vienen siendo un problema recurrente, al que ahora se suman los ataques de perros cimarrones que matan ganado ovino y bovino”.
Aunque reconoció el esfuerzo de la Dirección de Prevención de Delitos Rurales, señaló que “los delincuentes son detenidos en plena faena, pero lamentablemente al poco tiempo son liberados”.
Por su parte, el presidente de la Filial Bovril, Marcelo Schreiner, expresó su descontento con lo que calificó como “puerta giratoria” en el sistema judicial.
“Todos sabemos quiénes andan carneando, pero los detenidos son liberados en pocas horas. Esto nos afecta mucho porque la policía hace su trabajo, pero no entendemos por qué los sueltan tan rápido. Estamos cansados de tanta impunidad”, afirmó.
En este sentido, Martiarena subrayó la necesidad de penas más severas y resoluciones judiciales más firmes. “Estas situaciones desgastan a los productores. No pasó una desgracia de milagro: en un hecho límite, a un chacarero casi se le escapa un tiro, y si eso ocurría hoy estaríamos hablando de una tragedia”, advirtió.
Los representantes de la FAA también hicieron un llamado a los legisladores provinciales para que impulsen cambios estructurales. “Es fundamental que cada departamento cuente con fiscalías específicas para delitos rurales, como ya ocurre con las brigadas policiales especializadas”, añadió Schreiner.
Los productores coincidieron en que es urgente tomar medidas para frenar estos delitos y garantizar mayor seguridad en las áreas rurales de Entre Ríos.