La modalidad de esta campaña consiste en dividir a los estudiantes por cursos y asignarles un listado de productos que pueden aportar, como lavandina, detergente o cualquier otro artículo que esté al alcance de las familias. La colecta, que ya se realizó al inicio del ciclo escolar y ahora se repite en la segunda mitad del año, busca facilitar la participación de los padres y adaptarse a la economía de cada hogar.
Por otro lado, la cooperadora también ha trabajado en proyectos más ambiciosos, como la adquisición de equipamiento tecnológico y científico para la escuela. Recientemente, gracias a la colaboración de promociones anteriores de estudiantes y profesionales de distintas áreas, se logró comprar un proyector y un microscopio para el laboratorio. Además, se están recibiendo donaciones de elementos útiles provenientes de farmacéuticos, bioquímicos y veterinarios.
El próximo objetivo es adquirir una balanza para el laboratorio, cuyo costo estimado ronda el millón de pesos. Para ello, se continúa invitando a las familias y a la comunidad en general a sumarse con cualquier tipo de colaboración. La escuela también organiza sorteos entre los estudiantes como incentivo para fomentar su participación en las campañas.
Desde la Cooperadora, Nilda Silva y Fernanda Blanc, destacaron en MERCURIO NOTICIAS la importancia del trabajo conjunto entre docentes, familias y exalumnos para identificar las necesidades del establecimiento y buscar soluciones que beneficien a todos los estudiantes. Las redes sociales también han sido fundamentales para difundir las iniciativas y sumar más apoyos.