Este episodio de El Niño se produce en un momento singular del cambio climático antropogénico, lo que aumenta la probabilidad de que la temperatura media anual del planeta supere temporalmente en 1.5 °C los niveles preliminares durante al menos un año para el período 2023 / 2027.
El anterior episodio de El Niño, combinado con el calentamiento inducido por la actividad humana a través de los gases de efecto invernadero, provocó que 2016 fuera el año más cálido registrado. En contraste, en 2022 se registró un enfriamiento global debido a un triple evento La Niña.
Los modelos meteorológicos indican que El Niño se presentará a partir de la primavera del hemisferio sur, lo que promoverá el incremento del nivel de lluvias en gran parte de la porción central y norte del país, con un gradiente de aumento oeste-este.
Aunque aún es débil el acoplamiento océano-atmósfera, se espera que en la primavera del hemisferio sur se produzca una interacción completa en el Pacífico tropical, lo que influirá en los patrones de precipitaciones en nuestro país.
Según Meteored, se espera que septiembre tenga precipitaciones por encima de lo normal en la mayor parte de las provincias del nordeste, aunque la señal más marcada de las precipitaciones será evidente a partir de noviembre, especialmente en la temporada estival. La zona más favorecida por las precipitaciones será la parte superior de la Cuenca del Plata, lo que aumentará el nivel y el caudal de los ríos Paraná, Uruguay y tributarios, sumándose al régimen anual de crecidas. Por ello, es probable que las localidades situadas a la vera de esos cursos de agua experimenten un aumento en el riesgo de inundaciones.
Las precipitaciones finalmente compensarán el déficit de humedad en los suelos y recompondrán las napas, castigadas por tres años de precipitaciones deficitarias producto de un extraordinario evento La Niña triple.